
Fundamentación

POSITIVISMO
Es la doctrina filosófica que se fundamenta en los hechos o realidades concretas, accesibles a los órganos de los sentidos o experiencias. En el sentido positivista, es la actitud ilustrada de Hume, o la de los positivistas lógicos del Círculo de Viena. También comparten este positivismo los ilustrados ingleses del Siglo XIX, en especial J. Stuar Mil.
El término positivismo hace especial referencia a la teoría del filófoso francés Auguste Comte, que pretendíó organizar la vida social mediante leyes científicas observables y cuantificables, llevando el positivismo desde el ámbito de la teoría del conocimiento a la filosofía de la historia.
Racionalismo: es la corriente filosófica que confía en el uso de la razón para alcanzar el cto y no recurre a las sensaciones, a los sentimientos ni a la superstición. En sentido historiográfico se utiliza para designar a una corriente filosófica desarrollada en Europa en el siglo XVII y sus principales representantes son: Descartes, Spinoza, Malebranche y Leibniz. Las principales carácterísticas del Racionalismo son las siguientes:
Empirismo: es una corriente filosófica que considera a la experiencia sensible como la principal fuente del conocimiento. En este sentido el Empirismo tiene una larga tradición histórica que puede remontarse a Aristóteles, Tomás de Aquino, Guillermo de Ockham o Roger Bacón. En sentido historiográfico, por Empirismo hacemos referencia a una de las dos corrientes fundamentales de la filosofía moderna, desarrollada principalmente en las Islas británicas durante los siglos XVII Y XVIII.
Escepticismo: Esta corriente se fundamenta en la duda. Para los pensadores escépticos la razón y los sentidos carecen de fiabilidad por lo que no existe nada que se pueda afirmar o negar con firmeza. Así que, estos pensadores dudan de todo: de la validez de los juicios, de la capacidad humana o de los valores externos. El escepticismo presenta tres etapas, la primera surge en la antigüedad
IDEALISMO: Es toda doctrina filosófica que parte de las ideas para determinar la acción y concebir la realidad.
Podemos distinguir un idealismo ético o político y un idealismo propiamente filosófico ya sea metafísico o antropológico. Esta concepción filosófica aparece en autores de la filosofía moderna como Descartes, Berkeley, Kant o Hegel.
El idealismo ético o político considera que el fundamento del comportamiento humano son los ideales.
El idealismo filosófico se caracteriza por tomar como punto de partida de la reflexión filosófica el yo, el sujeto o la conciencia. Así, el idealismo comienza con el sujeto como punto de partida del conocimiento (aspecto epistemológico) y como punto de partida de la reflexión acerca de la realidad (aspecto metafísico).